De entrada, este cuadro representa una marina, con un grupo de barcas que vuelven a la playa tras una dura jornada de pesca. Debido a la religiosidad de la persona a la que va destinado, decidí darle un toque religioso, añadiendo los elementos que conforman la Santísima Trinidad. Así, el Padre, está representado por unos rayos de sol que iluminan la tierra; el Hijo, bajo la figura del pescador de hombres y el Espíritu Santo, que vuela en forma de gaviota. Es mi regalo para una persona muy especial a la que espero que le guste.
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